«Y bueno, se consumó la canallada de la Corte IDH, ese ente lleno de jueces ideologizados que dizque imparten “justicia”. Han “ordenado” al Estado peruano que no cumpla la sentencia del Tribunal Constitucional que ordenaba (sin comillas) la justa liberación de Alberto Fujimori. Rojos de todos los pelajes, caviares, progres y pro terrucos saltan alborozados de felicidad: su odiado y eterno enemigo no saldrá de la cárcel y lo más probable es que muera ahí.»
Artículo publicado en Expreso el 12 de abril de 2022, Lima, Perú