No hay duda que hasta para escoger un nombre para denominar su marcha son escasos mentales los rojos/progres/caviares, por ello se entrecomilla la tercera “Toma de Lima” (la verdad no hubo ni primera ni segunda… en fin). Una ciudad de cerca de 2,700 km2 y once millones de personas NO puede ser tomada por unos cuantos filoterrucos zarrapastrosos azuzados por lo más graneadito de la caviarada (esa que solo se pone sus zapatillas –de marca– para marchar por los suyos y cuando le conviene a sus intereses crematísticos).
Esa “elite” pro-toledista, humalista, ppkausista, vizcarrista y castillista que viene parasitando del Estado hace años, viviendo de consultorías inútiles y que se la pasa pontificando en sus blogs sobre el bien y el mal…sí, esa misma que apoyó abiertamente al canalla de Vizcarra y que jamás participó en las innumerables marchas contra el ladrón y golpista de Castillo y su banda de rateros.
Lo cierto y real es que frente a esta sarta de inadaptados que anunciaron su “ofensiva” hace semanas para el pasado miércoles 19 de julio (ya anuncian –ante el fracaso de esa “jornada histórica”– nuevas marchas para estas fiestas patrias) están la inmensa mayoría de peruanos que viven el día a día, que solo quieren avanzar en la vida, ya sea estudiando o trabajando y que definitivamente no le interesa hacerle el juego a las señoritas “y señoritos” (acorde al lenguaje “inclusivo”) progres que alientan a los remanentes del senderismo “desocupado” que pretenden regresarnos a las épocas del terror urbano.
Felizmente, hoy tenemos a un gobierno que si bien no goza de popularidad (mucho menos lo tienen los cuatro gatos que protestan, por lo demás) y que tiene un comportamiento vacilante y hasta errático, esta vez acertadamente apoyó a una policía más advertida y apertrechada que nunca, pero por sobre todo tenemos a un alcalde metropolitano -nada distraído- que utiliza toda la moderna tecnología a su disposición (el reconocimiento facial ha sido clave para detener a los vándalos) en una valiente y decidida defensa de la capital de TODOS los peruanos de la violencia extrema de la ultraizquierda y sus satélites.
De otro lado, se impuso el “Realpolitik” en el Congreso, se ha elegido una mesa multipartidaria compuesta por Alianza para el Progreso (Acuña) que la preside, Fuerza Popular (Fujimori) y Perú Libre (Cerrón) para manejar dicho poder del Estado en el periodo 2023-2024 ¿Es lo óptimo? ¿Es lo deseable? Para nada, pero es lo que tenemos en el parlamento. ¿No gusta a los puristas? Ni modo, no hay otra manera de llegar a consensos mínimos con la actual conformación de la ultrafraccionada representación popular ¿No les gusta los actuales congresistas? Pues bien, involúcrese más en política y elijan mejor la próxima vez.