A una semana del fallido golpe de Estado de Castillo… que vio todo el mundo, la izquierda -en todas sus vertientes- no le da la gana de reconocer tal hecho. O están en las calles creando el caos y la anarquía o en el Congreso y en las redes sociales, tratando vanamente de explicar o justificar -sino apoyar- la extrema violencia que viene incendiando y destrozando todo a su paso. Algunos sectores de la caviarada culpan a Keiko (sic) y a una inexistente ultraderecha de lo que ocurre; otros apelan a una serie de estrambóticas dizque explicaciones propias de los descerebrados que siempre han sido, pretendiendo exculpar de todo al delincuente y su mafia que ocupó el poder hasta el último miércoles.