El histerismo y el interminable lloriqueo llevados al paroxismo de la izquierda, progresismo y caviarada por el evento del Foro de Madrid llevado a cabo el 29 y 30 de marzo en Lima, es prueba irrefutable del éxito del mismo.
Acusarnos de “fachos” a quienes participamos en este cónclave absolutamente democrático de la derecha iberoamericana, es una muestra palmaria de la ignorancia de quienes se sienten dueños de una inexistente superioridad moral e intelectual y, por qué no, evidencian un miedo atávico a perder sus cuotas de poder y sus ridículas “narrativas”.
Ha sido incuestionablemente un placer departir con muchos amigos con los que compartimos los ideales de democracia y libertad en contraposición al totalitarismo que caracteriza a los regímenes ubicados claramente a la izquierda del panorama político latinoamericano y que cuentan con el jugoso y controvertido auspicio del Foro de Sao Paulo y el Grupo de Puebla.
El conversatorio congregó a muy importantes personajes ubicados a la derecha del espectro político nacional, regional y mundial. Una reunión en la que se expusieron interesantes ponencias que defienden principios democráticos liberales y conservadores, sin complejos ni miedos.
Los que creemos en estos valores y principios no vamos a corrernos nunca de la lucha por defender nuestros ideales políticos y jamás claudicaremos ante lo políticamente correcto y menos aún ante lo que nos plantean los rojos/progres/caviares. Quede meridianamente claro que aquí estamos para darle la pelea en el campo de las ideas. Singular reconocimiento de nuestros invitados al Perú como baluarte de la inclaudicable batalla contra el comunismo, que amenaza con extenderse por toda la región con su estela de corrupción, miseria y pobreza.
Un especial agradecimiento a Erasmo Wong, un empresario comprometido -de verdad- que proporcionó todas las facilidades para la realización del evento en su hermoso y cómodo local corporativo; un personaje sencillo y simpático involucrado además hasta en los más pequeños detalles. Ojalá haya más empresarios honestos, exitosos y humildes como él, de esos que se compran el pleito sin pedir nada a cambio… para sacarse el sombrero.
De otro lado, este otro Castillo -el arzobispo progre de Lima, Carlos Castillo- debería meterse en los asuntos que le atañen directamente: los religiosos, sobre todo en esta Semana Santa, no en temas políticos.
Referirse a “manifestantes silenciados por las armas” para luego pedir “diálogo” con quienes han quemado ¡doce comisarías!, locales públicos y privados, tomando con extrema violencia aeropuertos y asesinando ¡siete policías! (apedreándolos hasta obligarlos a morir ahogados o calcinando un cadáver) o bloqueando carreteras no permitiendo el paso de ambulancias con niños enfermos… niños que murieron a causa de la insania mental de los vándalos simpatizantes de su camarada Castillo, es un despropósito por donde se le mire.