Dos anécdotas de dos extraordinarios escritores que no ganaron el premio Nobel por sus pensamientos y posiciones conservadoras y de derecha.
Una es la del genial escritor y poeta argentino Jorge Luis Borges, con ocasión del otorgamiento de un doctorado honoris causa, en 1976, en el Chile de Pinochet. Borges recibió una llamada de Estocolmo advirtiéndole de que si acudía a recogerlo nunca iba a ganar el Nobel. Su respuesta fue: «Mire, señor; yo le agradezco su amabilidad, pero después de lo que usted acaba de decirme mi deber es ir a Chile. Hay dos cosas que un hombre no puede permitir: sobornos o dejarse sobornar. Muchas gracias, buenos días.» Borges nunca ganó el Nobel y, por supuesto, jamás tranzó con lo políticamente correcto.

Otra es la del notable escritor japonés de origen aristocrático y vinculado a los samuráis Yukio Mishima, cuando a su maestro le dieron el premio Nobel. «Ignoro por qué me han dado el Nobel a mí, existiendo Mishima. Un genio literario como el suyo lo produce la humanidad sólo cada dos o tres siglos. Tiene un don casi milagroso para las palabras» dijo un sorprendido y muy honesto ganador del Nobel de 1968 Yasunari Kawabata. Mishima nunca ganó el Nobel, luchó toda su vida defendiendo al Japón tradicional ante el empuje del modernismo y murió heroicamente bajo un ritual japonés en 1970. Dos caballeros de la vieja guardia.

Publicado en Nido de Palabras de César Pineda Quilca, el 15 de febrero de 2021, Lima Perú.