¿Era tan descabellada la acusación de traición a la patria contra Pedro Castillo por intentar darle una salida al mar a Bolivia que fue desechada tan fácilmente hace unos meses por el Tribunal Constitucional cuando hoy vemos a Evo Morales y ciertos sectores de la ultraizquierda nacional y regional pretender desmembrar nuestro territorio nacional para crear de la nada una nación soberana conformada por Bolivia y el sur del Perú?
Esto no es broma y si el actual gobierno y nuestras FFAA no se ponen firmes en el tema, este puede escalar peligrosamente. Recuerden, todo empieza con rumores, luego reuniones clandestinas, después públicas para cuando menos nos hayamos dado cuenta esta gente estará más que preparada para dar el golpe certero a nuestra soberanía y unidad nacional. No está de más recordar que nuestra Constitución señala indubitablemente en el artículo 118°, inciso 15 que: “Los límites fronterizos están fijados por tratados internacionales. El presidente tiene el deber de adoptar las medidas necesarias para la defensa de la República, de la integridad del territorio y de la soberanía del Estado”.
¡Ah!….y para aquellos “despistados” que insinúan convocar a un referéndum para consultar a la ciudadanía sobre una cesión de soberanía, es preciso indicarles que ello está prohibido por el artículo 32° de la Constitución que establece expresamente que: “No pueden someterse a referéndum (…), los tratados internacionales en vigor”. El Tratado Polo-Bustamante fijó las fronteras entre el Perú y Bolivia (1909)…fin del cuento. De ahí el imperativo de rechazar con la contundencia del caso una írrita asamblea constituyente como pretende la ultraizquierda, pues esta solo traería desgracias a nuestro país desarticulando -entre tantas propuestas estrafalarias- nuestro Estado de derecho y hasta nuestra existencia misma como nación. Guerra avisada no mata gente.
Aprovecho la oportunidad para desear a todos un excelente 2023.
